En esta ocasión no me estoy refiriendo a alumnos con TDAH, sino a todos los que están en el aula. Bueno, en realidad, se trata de 461 alumnos de 3º de Educación Infantil a 4º de Educación Primaria de varios centros concertados, creo que de Pensilvania. Su atención y sus distracciones fueron observadas y los datos se han publicado en un artículo titulado Classroom activities and off- task behavior in elementary school children.
Estos alumnos estaban distribuidos en 22 clases distintas, que fueron observadas en cuatro ocasiones a lo largo de la segunda mitad del curso. En la observación se consideró que un alumno estaba atento si su vista se dirigía hacia el profesor, la actividad o los materiales que se estaban empleando.
La forma de observación fue ir fijándose en los alumnos, por turnos, según un orden preestablecido , dedicando 20 segundos a cada uno. El observador registraba el primer comportamiento claro del alumno que estaba observando tenía en ese intervalo. Cada alumno se consideraba como atento o distraído y en el segundo caso se indicaba hacia qué se dirigía esa distracción: él mismo, compañeros, entorno, materiales, deambular u otros. También se registraba el tipo de actividad que se estaba realizando.
Atender y distraerse
Según las estimaciones realizadas en el estudio, los participantes estuvieron atentos un 71% del tiempo, y distraídos un 29%. La mayor parte de las distracciones tuvieron que ver con los compañeros (45%). El resto fueron distracciones consigo mismos (18%), con el entorno (16%), con los materiales (11%), distracciones por otras causas (8%) y deambular (3%).
Los alumnos tendían a distraerse más en las explicaciones grupales (en aquellas en las que se sentaban en el pupitre), y en el trabajo individual y a distraerse menos en las explicaciones en asamblea (cuando estaban sentados en el suelo), las evaluaciones, el trabajo en pequeños grupos y actividades de baile.